El sol produce enormes cantidades de energía. Pero lo que la tierra obtiene es una parte bastante pequeña de esa energía. Sin embargo, incluso si obtenemos solo una cantidad minúscula, la energía que recibimos del sol es más que suficiente para nuestras necesidades. Lo creas o no, un día de luz solar cuando se aprovecha adecuadamente puede alimentar a un gran país como los Estados Unidos durante más de un año.
Entonces, si esa es la cantidad de energía que podemos obtener del sol, ¿por qué dependemos demasiado de los combustibles fósiles que desaparecerán dentro de 40 a 50 años? El principal problema es que el sol brilla en todo el mundo. Esa energía está tan dispersa que aprovecharla es realmente un desafío. Pero aún así, hay otros factores en juego aquí, políticos, económicos e incluso culturales en la naturaleza que contribuyen al lento progreso de las tecnologías solares. Pero eso necesitará un capítulo entero, no, un libro entero para discutir, así que dejémoslo solo por un momento.
Hay varias maneras de aprovechar la luz solar y la forma específica puede depender de cómo planeamos usar esa energía. Pero podemos dividir el uso en dos conceptos generales, convertir la energía solar en calor y el otro es convertirla en electricidad.
El uso de energía solar para calentar hogares es un buen ejemplo de la primera categoría. Hay dos formas que se pueden utilizar, la primera se basa en el posicionamiento de las ventanas de la casa y la segunda implica el uso de algunos dispositivos mecánicos para distribuir el calor por toda la casa.
Los calentadores de agua solares también están disponibles. Lo que haces es proporcionar un colector solar donde el calor del sol queda atrapado y recogido. Ese calor se transfiere al después que sale de sus grifos y duchas.
Sin embargo, convertir la energía solar en electricidad necesita un poco más de explicación. Básicamente, hay dos formas en que podemos obtener electricidad de la energía solar. El primero implica el uso de células fotovoltaicas y el segundo es el uso de varios sistemas solares térmicos.
Las células fotovoltaicas son más comúnmente conocidas como células solares. Estas células están hechas de obleas de silicio y fósforo. Cuando la luz solar golpea la superficie de las obleas de silicio, se producen electrones libres. Los electrones se aprovechan conectando un cable a las células. A medida que los electrones salen de las células y pasan a través del cable, se produce una corriente electrónica.
Un defecto importante de las células fotovoltaicas es que pueden ser bastante costosas y solo convierten una pequeña cantidad de luz solar. Esperemos que estas células puedan ser más baratas, más eficientes y más adecuadas para las necesidades de los consumidores en el futuro. Aunque sus costos en la actualidad 2023 han sido mas bajos que en los pasados años y su eficiencia ha mejorado bastante.
Lo bueno de la energía solar es que no produce ningún tipo de contaminación, a diferencia de los combustibles fósiles que escupen cantidades sustanciales de contaminantes en el aire e incluso en el agua. Además, el sol está bastante en buen estado de salud y todavía está muy lejos de morir. Podemos utilizar energía más que suficiente del sol que nos durará toda la vida.