La temperatura es una de las variables y factores importantes para el desempeño de una batería. Si la temperatura del electrolito esta sobre los 77 °F (25°C) resultara en una lectura baja aproximadamente igual a la pérdida de un punto 1 (0.001) por cada 3 °F (1.67°C). De lo contrario si la temperatura está por debajo de los 77 °F (25°C) las lecturas estarán aproximadamente un punto 1 (0.001) por encima por cada 3 °F (1.67°C). Altas temperaturas expanden el volumen del electrolito que reduce la gravedad especifica, mientras que las bajas temperaturas condensan el electrolito provocando que este se concentre.
Las baterías de plomo y ácido son un artefacto electroquímico. El calor acelera la actividad química, mientras que el frío la reduce. Temperaturas mayores a los 77 °F (25°C) tienen los siguientes efectos en baterías plomo- ácido:
- Aumentan el desempeño
- Aumenta la descarga interna
- Bajo voltaje de celda para una misma corriente de carga establecida
- Aumenta la corriente de carga para un voltaje establecido
- Disminuye la vida útil
- Aumenta el uso de agua
- Aumenta los requisitos de mantenimiento
Temperaturas menores a las nominales de 77 °F (25°C) tienen el efecto opuesto a lo explicado arriba. En general una batería operando al voltaje de flota recomendado en un lugar frío aumentara la vida útil y requerirá menos mantenimiento que si operaran en un ambiente caliente.